Landing TDAH, dislexia, otros

“Hay niños que no les gusta leer, les cuesta ponerse a hacer la tarea, lloran porque se niegan a hacerlo y surgen problemas en casa porque sus padres no saben qué está pasando.“

Y esto sigue así por mucho tiempo porque (AÚN) no saben que esta situación tiene remedio.

En esta página te voy a contar porqué a los niños les cuesta ponerse a hacer la tarea, porqué lloran cuando tienen que leer, y cómo se puede solucionar.

Y para ello te voy a contar la historia personal de Iván.

Actualmente tenemos mucha confianza y me ha autorizado para que te lo cuente y que tú puedas ayudar a tu hijo o hija.

Iván es un chico de Ciudad Real y desde pequeño tenía problemas de concentración. Pero no solo era en el colegio, si no también en casa. Su madre, Ana, se comenzó a dar cuenta de esto cuando él era muy pequeñito. Y ¿Cómo se dio cuenta?

Él tenía 6 años y estaban los dos en el salón leyendo unas fichas que le había mandado la profesora de 1º de primaria. Es normal que con esa edad haya fallos cuando el niño lee, pero a Ana le saltaron las alarmas cuando se dió cuenta de que su hijo se saltaba letras y las cambiaba de orden, y además perdía la concentración en un segundo. No se acordaba de lo que había leído 20 segundos antes.

– ANA: Iván que pone aquí (“ELEFANTE”).

– IVÁN: Ele…eeeleeeee…eleeeeee … Elegante mamá.

– ANA: No, pone elefante y esto lo hemos leído hace un momento, ¿Qué pasa no te acuerdas?, ¿Estabas pensando en otra cosa?

– ANA: Y aquí qué pone (“CAMIÓN”).

– IVÁN: Ca…caaaaa…cami… camiiii… camino.

Pues bien,

Con el paso de los días Ana se comenzó a desesperar porque la situación no mejoraba. Iván pasó a 2ª de primaria y seguía con el mismo “problema”.

Pero además su concentración en su vida normal también era reducida. Hablarle a él era como hablar con las paredes.

Ana se enfadaba porque decía que no le escuchaba, pero en realidad Iván sí escuchaba. Lo que estaba pasando es que la concentración del niño era mínima, era una lucha constante con él mismo, pero no lo hacía a propósito.

En casa cada día había una bronca.

La rutina al llegar a casa era:

Llorar porque no quería ir a clase el día siguiente.
Llorar porque no quería hacer la tarea.
Decía que no había tarea, pero sí la había, lo que pasa es que él se desconcentraba en clase y no sabía lo que había mandado la profesora.
Se ponían a leer un poco, pero tanto Iván como Ana se desesperaban. Ninguno de los dos sabía lo que estaba pasando.

“Hablé con la tutora y la orientadora para que ayudaran a mi hijo”

A pesar de que Iván ya tenía apoyo en el colegio donde le ayudaban principalmente con las matemáticas, su madre observó que necesitaba algo más.

“Si no sabe leer bien, cómo va a ser capaz de hacer un problema matemático”

Finalmente, su tutora fue quien ayudó directamente a Iván con la lectura. Y ella detectó, estando tan pendiente de él, lo que su madre ya había visto hacía mucho tiempo: “se desconcentraba con ver pasar una mosca”, y le costaba mucho volver a concentrarse. Es como si se fuera de este mundo, diese una vuelta y volviese con otras cosas en la cabeza.

“A los 10 años un especialista les dio este diagnóstico”

Ana e Iván visitaron a muchos especialistas porque necesitaban un diagnóstico para saber qué estaba pasando y cómo lo podían solucionar.

Ana estaba muy desanimada y estresada porque no entendía nada, y además sentía angustia al ver que no podía ayudar a su hijo.

Iván tenía la moral por los suelos, y como él dice “me sentía tonto”

El primer especialista vio a Iván en Ciudad Real. El diagnóstico fue que Iván tenía problemas de lateralidad, es decir que no daba una prevalencia a uno de los hemisferios para ejecutar tareas motoras como escribir, coger el tenedor, lanzar una pelota… Le recomendaron un segundo especialista, en esta ocasión de Barcelona, para trabajar sus problemas de lateralidad. Así, semanalmente, comenzaron a desplazarse desde Ciudad Real a su consulta en Cataluña.

Con el tiempo, la lateralidad y dominancia de Iván fue mejorando, pero sus problemas de concentración seguían ahí. No habían mejorado nada. El diagnóstico estaba incompleto.

Con 12 años continuaba teniendo problemas graves de concentración durante el estudio y otras actividades de la vida diaria, continuaba cometiendo errores graves en lectura y escritura, su grafía seguía siendo totalmente ilegible aún cuando estaba en la ESO y seguía siendo incapaz de hacer un resumen de un solo párrafo.

“Fue en ese momento cuando conocí a Iván….”

Hablando de conocernos mi nombre es Manuel Palomares, y dado que me apasiona mi trabajo soy Doctor en Psicología Evolutiva y de la Educación, Director del Instituto Neuropsicopedagógico de Castilla-La Mancha, Profesor en la Universidad Autónoma de Madrid y Director del Posgrado “Especialista en Dislexia y Discalculia” de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Durante los últimos 10 años me he dedicado en profundidad a ayudar a niños, niñas y familias con dificultades del aprendizaje tanto desde la investigación en la universidad como, sobre todo, desde la realidad de la consulta y los hogares de las familias.

¿A cuántos niños y familias he ayudado? Por mis manos han pasado más de 1000 familias con las que he compartido sus preocupaciones y a las que he ayudado a establecer un camino claro y con sentido hacia la mejora no sólo de los resultados de sus hijos/as en el colegio, sino sobre todo hacia la mejora de su vida familiar e interior.

Y si hablamos de mí, como ser humano normal igual que tú, me encanta ir a escalar a la montaña, a recorrer las sierras con la bicicleta, hacer deporte cada día después de terminar de trabajar, leer todas las noches antes de dormir aunque a veces me duerma y pasarlo bien con los míos.

Y por cierto a muchas de esas escaladas y rutas me acompañan como compañeros algunos de los niños con los que he trabajado, entre ellos Iván. Él es ahora, después de 6 meses sin parar, un crack escalando las zonas de Moral de Calatrava. A veces (y solo a veces) él es mi maestro de escalada aunque no se lo reconozca.

“Pero, ¿Cómo ayudé a Iván?”

La madre de Iván, Ana, se puso en contacto conmigo por un conocido común que le dio mi teléfono. Al principio las familias me conocían así, por el boca a boca. Pero es algo que estoy cambiando gracias a Iván y por eso tú estás leyendo esta carta.

Aunque yo ya lo pensaba, él me hizo ver que podía ayudar a muchos niños como él….

Y como él me decía, ¿Manolo (él me llama así) tú eres consciente de que puedes ayudar a muchos niños?

Pues la verdad es que siempre he sido consciente, pero quizás no del modo en el que él me lo decía. Él iba más allá de una ayuda cómo especialista, él se refería a una ayuda moral porque sacó lo mejor de sí mismo, es mucho más feliz y confía en sus capacidades (cosa que antes no podía ni siquiera ver).

El caso es que mi primer contacto con Iván fue en mi despacho en una sesión individual con él y su madre en el que estuvimos una hora. Allí me contaron todo lo que te he contado hasta ahora y más datos confidenciales que no puedo revelar, lógicamente.

El segundo paso fue una sesión más extensa donde exploramos todas las áreas relevantes y pudimos ver que tenía indicadores de riesgo relacionados con el:

TDA: El “Trastorno por déficit de atención sin hiperactividad” dificulta mantener la atención en actividades que requieren concentración como hacer la tarea, hacer las tareas de la casa, llevar horarios, prestar atención a conversaciones largas…
DISLEXIA: “Problemas con la lectoescritura de origen neurobiológico” que causan problemas como: leer saltándose letras; comerse letras o partes de las palabras; confundirse al iniciar la lectura de una palabra y tener que repetirla varias veces hasta que les sale; o tener problemas graves de comprensión lectora.
DISORTOGRAFÍA: “Problemas para memorizar y visualizar la forma de las palabras” que impiden utilizar correctamente la ortografía arbitraria. Así, las personas con disortografía cometen errores ortográficos de forma más habitual, más variada, y más persistente en el tiempo que el resto de niños y niñas. Y no es porque no se esfuercen en aprender.

Además, presentaba indicadores de riesgo leves relacionados con el trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de ansiedad. Esto le hacía tener pensamiento recurrentes y obsesivos que se le metían en la cabeza, que no podía controlar y que le generaban altos niveles de ansiedad ya que en ocasiones eran pensamientos apocalípticos (el mundo acabado por los zombies, desastres naturales u olas de violencia) o de desgracias personales (tener un accidente o no ser capaz de aprobar el curso ni el instituto sin argumento aparente).

Desde entonces, pusimos un plan de trabajo con Iván que implicó a tres profesionales de nuestro centro, aunque eventualmente terminó trabajando sólo conmigo. Resumido y por no dar más detalles de los necesarios, con Iván tuvimos que trabajar, principalmente:

Programa para la mejora de la conciencia fonológica: Sirvió para que cometiese menos errores al leer.
Técnicas de lectura rápida y acelerada para ganar no sólo velocidad sino cierta fluidez.
Intervención en ortografía reglada, arbitraria y de palabras comunes.
Programa de expresión escrita y técnicas de estudio: Sirvió para poder extraer información de los textos que leía y hacer esquemas y resúmenes que antes era incapaz de realizar.
Programa de refuerzo y construcción de una buena autoestima.
Actividades para el descubrimiento y desarrollo de potencialidades.

Actualmente Iván está terminando 3º de PMAR y se está preparando para afrontar 4º de la ESO.

Él ya tiene claro qué quiere hacer en el futuro porque logramos descubrir que uno de sus potenciales era el lenguaje audiovisual donde ha realizado proyectos de grabación, edición y dirección durante más de 4 años, cada vez con mayor calidad. En concreto, ha hecho un videodiario de su vida con cuatro temporadas como si fuese una serie de Netflix con 10 capítulos por temporada. Y es de lo más increible que he visto en un adolescente.

Sus problemas con la lectoescritura y la atención no han desaparecido pero se han reducido hasta el punto en el que ha vuelto a recuperar la confianza en sí mismo, sus notas han mejorado aunque aún sigue habiendo algún suspenso que nos fastidia la tarde.

Pero sobre todo, lo más importante es que está mucho más feliz porque tanto él como su familia ven claro cuál puede ser su futuro, y están tranquilos porque durante los dos últimos años ha ganado un nivel de autonomía y confianza que antes no tenía.

Imaginate Mi Cara Cuando Un Niño De 15 Años Te Confiesa Esto…

Actualmente él tiene 15 años, y por muy extraño que parezca me confesó que por fin comenzaba a quererse, y que por fin la relación con su madre era buena. Le entendían, sabían cómo ayudarle y él gracias eso comenzó a construir su propio futuro. Sabe lo que le gusta, tiene el apoyo de su familia y sigo trabajando con él para que sea cada día mejor en lenguaje audiovisual.

Y, ¿cómo te puedo ayudar a ti y a tu hijo?

Con nuestra Metodología Testada y basada en la evidencia científica te daré soluciones dependiendo de cuál sea tu caso:

PASO 1: Te diré si hay un problema que necesita realmente una terapia seria, o no, y si puede generar en tu hijo futuros problemas en la escuela, familia y vida social o laboral. Si necesitas la terapia, te derivaré al profesional de nuestro equipo especializado en tu caso.

PASO 2: Te diré si hay un problema que necesita realmente una terapia seria, o no, y si puede generar en tu hijo futuros problemas en la escuela, familia y vida social o laboral. Si necesitas la terapia, te derivaré al profesional de nuestro equipo especializado en tu caso.

PASO 3: Os enseñaré qué debéis mantener y qué debéis cambiar para mejorar la relación con tu hijo y mejorar el clima y el respeto en casa.

¿Qué aprenderá o mejorará tu hijo?

Aprenderá mejor porque por fin mejorará visiblemente en la lectura, la escritura y el cálculo que tanto le cuesta.
Tendrá mayor autoestima, se sentirá más feliz, tú sentirás orgullo por tu hijo y crecerá emocionalmente más fuerte gracias al cambio que tú habrás hecho (comenzarás a ver pequeños cambios a partir del primer mes)
Tendrá más tolerancia a la frustración, controlará mejor su ira y sus emociones y, por tanto…

… aprenderá a respetar las normas mejor, y así…
… se relacionará mejor con otras personas en otros entornos como el colegio, las extraescolares, las reuniones familiares o al hacer la compra.

Pero… sobre todo ¡SUFRIRÁ MENOS INTERIORMENTE! Los niños tienen muchos problemas emocionales invisibilizados como la ansiedad infantil, el estrés post-traumático o la aversión social. Por eso a veces se portan mal, no se juntan con otros niños o son introvertidos. Tienen un problema, pero no lo vemos o no le prestamos atención.

Mira, además de ayudar a Iván he ayudado y sigo ayudando a otros niños y familias

Mirian, madre de Álvaro, 12 años, 1º ESO.

Prado e Isidro, padres de Ariadna, 6º Primaria.

Reyes, madre de Carlos, 9 años, 4º Primaria.

Si Ya Has Trabajado Con Otros Especialistas Sin Resultados Y Te Cuesta Ver Una Solución.

No todos los profesionales utilizan la Metodología Probada y basada en la evidencia científica que nosotros sí utilizamos.

En muchas ocasiones se administran tratamientos que la ciencia ha demostrado ya que no son los más eficaces, rápidos o beneficiosos. Es como si supiéramos que una vacuna de la gripe ya no es tan eficaz como antes pero la seguimos utilizando en lugar de poner otra que ahora sabemos que es más eficaz.

Y para conocer estos tratamientos más beneficiosos, los profesionales debemos tener una especialización en dificultades del aprendizaje que no se obtiene solamente estudiando un grado universitario de logopedia, psicopedagogía, psicología educativa o magisterio. Hay que formarse más.

¿Cuál Es El Siguiente Paso?

Cómo Saber Si Tu Hijo Necesita Ayuda

Para poder ayudar a tu hijo debemos tener una primera consulta de una hora en la que hablaremos y analizaremos los rasgos generales que me permitirán evaluar de forma general cómo te puedo ayudar.

Reserva ahora tu consulta aquí:

Una vez realices el pago de esta primera consulta te llamaré por teléfono personalmente para agendar el día y la hora que os venga bien.

En esa primera sesión os diré si os puedo ayudar y cómo sería esa ayuda, pero en el caso de que no os pueda ayudar porque el diagnóstico esté fuera de las áreas en las que soy especialista te seré sincero, y te diré qué tipo de profesional puede ayudar a tu hijo.

Con la primera consulta lo que pretendo es que no pierdas el tiempo, que haya claridad, porque lo que está en juego no soy yo ni tú, es tu hijo que no puede estar un día aquí y otro allí, ya que sé de primera mano que emocionalmente estará sufriendo más de lo que podemos ver con nuestros ojos.

Te dejo algunas de las dudas que tienen los padres que seguro te ayudarán

Creo que mi hijo tiene TDAH, DISLEXIA o DIFICULTADES, pero ¿lo tiene de verdad?

Quizás lleves razón, pero para saberlo con certeza y para que pueda atajarse el problema a tiempo (si existiese), lo mejor para tu hijo es que le hagan un estudio para ver cómo están los principales indicadores de riesgo, es decir, esos síntomas que apenas se ven y que a un profesional le servirán para decirte con un alto nivel de probabilidad si tiene TDAH, si no lo tiene, o si el problema es otro diferente.

Y ese estudio es el que yo y mi equipo comenzamos a hacer en la primera sesión para poder ver de manera general cuáles son esos síntomas para poder trabajarlos.

En la escuela me dicen que no le pasa nada, pero yo creo que si

En la escuela, muchos de los casos como el suyo son invisibles y pasan desapercibidos durante los años más importantes para la recuperación de su hijo. Para salir de dudas, consúltame.

¿Dónde tienes la consulta?, ¿Las sesiones podrían ser online?

Mi consulta está en Ciudad Real, y es allí donde hacemos las sesiones con las familias que las quieren o necesitan presenciales, pero en muchos casos, más aún desde que llegó el COVID-19, trabajamos perfectamente online porque los resultados son iguales, la conciliación familiar es más sencilla y podemos atender a personas de toda España.

No soy de Ciudad Real, ¿Podrías ayudarnos igualmente y realizar las consultas online?

Por supuesto que sí, no serás la primera. Actualmente llevamos casos a nivel nacional, y la buena noticia es que los resultados en los niños son prácticamente idénticos (siempre y cuando se use la metodología adecuada).

¿Cuándo podríamos comenzar a trabajar?

Cuando realices el pago de la primera sesión yo me pondré en contacto con vosotros en menos de 24 horas y agendaremos un día y hora para tener esa primera sesión y un primer diagnóstico general que me ayudará para saber cómo os puedo ayudar.

En caso de que puedas ayudar a mi hijo, ¿Cuánto tiempo debería durar la terapia?

Depende del caso en particular. Hay niños que con 1 o 2 años de trabajo conmigo han cogido la autonomía necesaria para caminar solos, pero hay otros que necesitan más tiempo.
El tiempo es muy relativo ya que depende de muchos factores. Pero si que te diré que la intervención no consiste en asistir a tan solo a 2 consultas conmigo. Para poder ver resultados necesitamos tiempo y trabajo.

Es como si quieres correr la maratón de Sevilla pero solo entrenas 2 días, ¿sabes por dónde voy, verdad?

¿Y si voy a la 1º Consulta y tú no eres el especialista que puede ayudar a mi hijo?

No te preocupes por ello, me gustan las cosas claras desde el primer momento y parto del principio de que ser honesto es siempre una buena inversión para todos.

Si soy la persona que puede ayudarte, te lo diré. Si no lo soy, te lo diré con la misma sinceridad.

En resumen así es como puedo ayudar a tu hijo

Si observas que tu hijo/a tiene problemas con la lectura, con la escritura o el cálculo, que no le gusta ponerse a hacer la tarea, si notas que se distrae, que pierde rápido la concentración y llora porque se frustra y se niega, ¡Puedo ayudarte!

1. Tendremos una primera consulta de 1 hora, a la que asistirás tú y tu hijo/a.

2. En esa primera sesión veremos de forma general si él o ella presenta síntomas de TDAH, DISLEXIA u OTRAS DIFICULTADES valorando los principales indicadores de riesgo.

3. En función de la primera evaluación, te diré cómo os puedo ayudar y te daré una propuesta de trabajo (solo en el caso de que sea yo el especialista que os puede ayudar).

4. En caso de que consideres que mi ayuda puede ser beneficiosa para tu hijo tan solo deberás aceptar el plan de trabajo.

5. Nos pondremos a trabajar juntos para mejorar la lectura, la concentración, la autoestima, la autonomía y todo aquello que nos hayamos marcado.

6. Y finalmente, iremos valorando la evolución de tu hijo/a en estrecho contacto contigo y con su colegio, y te entregaremos cada 3 meses un informe con datos claros sobre su avance para que tengas conocimiento sobre todo lo que hacemos y su evolución. Si nuestro objetivo es su mejora en sus dificultades, pero sobre todo cuidar y proteger su autoestima y su relación familiar y social, hay que documentar las cosas adecuadamente.

Si sigues leyendo esta carta es porque piensas que puedo ayudar a tu hijo. Y para que me ponga a trabajar con él tan solo debes reservar 1 hora de consultoría conmigo.

Haz clic aquí, haz tu reserva y te llamaré en menos de 24 horas establecer el día y la hora que os venga bien